Pobreza, Riqueza y Distribución del Ingreso

Existe un modelo conceptual (por ser elegante, lo llamaré -por ahora- de ese modo) que sostiene que la pobreza es la consecuencia de la acumulación de riqueza en manos de unos pocos.
Tal afirmación es absolutamente falsa.

En el día de Año Nuevo de 1801, un gran cuerpo celeste fue visualizado por los astrónomos de la época, orbitando alrededor del Sol entre Marte y Júpiter; lo nombraron Ceres. Si bien hoy en día se considera a Ceres un planeta enano, en aquellos tiempos se lo llegó a tomar como un planeta más del Sistema Solar y su descubrimiento fue considerado un buen presagio para el futuro de la ciencia en aquel siglo XIX que recién empezaba.

A pocas semanas de su descubrimiento, el pequeño planeta se perdió de vista entre las estrellas. Los astrónomos no tenían idea de dónde se había ido.Pocos días después, un joven matemático alemán llamado Carl Gauss indicó a los astrónomos hacia qué lugar del cielo nocturno debían apuntar sus telescopios. Gauss no era un mago: utilizó el análisis matemático para averiguar qué camino tomaría el cuerpo celeste, luego de conocer parte de su trayectoria.
Y allí estaba Ceres.

Gauss and Ceres
Borrador de las órbitas de Ceres y Pallas, dibujado oportunamente por el propio Gauss.

El método que Gauss inventó para encontrar la ruta de Ceres es una de las herramientas más importantes en toda la ciencia, porque permite convertir una gran cantidad de observaciones desordenadas en algo concreto. Se conoce como función gaussiana o «distribución normal» y gracias a ella se resuelven delitos, se evalúan medicamentos, se toman decisiones económicas y polítticas y se conoce la dispersión y distribución de la riqueza y las oportunidades. Existen otros modelos matemáticos, tanto heurísticos como empíricos, cualitativos, cuantitativos, determinísticos, estocásticos, etc., que explican otros tipos de distribución, y de hecho son empleados en la actualidad para la toma de decisiones o para entender el porqué de las cosas.

Aproximadamente en esas mismas épocas (siglo XIX) comenzó lo que hoy conocemos como la Primera Revolución Industrial; fue un proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona. Esa Revolucion Industrial produjo el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia desde el Período Neolítico. La Humanidad pasó de una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
Todo esto se produjo a raíz de la introducción de la la máquina de vapor de James Watt (patentada en 1769), que acabaría con siglos de manufacturas basadas en el trabajo manual y el uso de la tracción animal. Esto produjo la aparición del capitalismo y el cambio de la economía global hacia un modelo de producción industrial que redujo la pobreza como nunca ocurrió en toda la Historia, así como la aparición de las ideas socialistas basadas en un concepto muy cercano a lo que describí al comienzo de estas notas, es decir en la distribución de una riqueza que -por primera vez en la Historia- se generaba a gran velocidad.

IQ bell curve
Estadísticamente, la inteligencia sigue una distribución normal.Si estas desviaciones se dan por encima, estaríamos hablando de superdotación, mientras que si se dan valores de desviaciones por debajo de la media, estaremos hablando de un nivel de inteligencia correspondiente a la discapacidad intelectual.

Lo cierto es que la distribución gaussiana de la inteligencia y hasta de las oportunidades fue lo que determinó ese reparto inicial, el cual, de todos modos, llevó la pobreza del 80 al 90% de la Humanidad en 1820, a menos del 10 % actual, según cifras del Banco Mundial: para 2018, la población global que vivía en extrema pobreza había caído por debajo de los 750 millones, por primera vez desde que el Banco Mundial y los economistas Bourguingnon y Morrison comenzaron a recolectar estadísticas globales en el año 1990.

Aunque estamos lejos de vivir en un mundo perfecto, lo cierto es que los dos últimos siglos han permitido una gran transformación basada en la multiplicación de las oportunidades que, a su vez, generaron más y más riqueza, una situación mundial que se había acelerado en las últimas décadas, hasta la aparición de la actual pandemia… que, es necesario reconocer, puede ser tratada como nunca antes gracias a las mejoras en la tecnología y en la salud a las que se ha llegado en función de los avances industriales y tecnológicos que comenzaron con el Capitalismo y la Revolución Industrial.

Por todo esto, luego de la observación desapasionada de la evolución economica y tecnológica mundial de los últimos 200 años, aquel modelo conceptual del principio, que sostiene tácitamente que la riqueza es una suma fija y mal distribuida y que es necesario re distribuirla «a mano» a través de acciones y decisiones de políticos profesionales, es algo propio de resentidos y de ignorantes. Claramente, llamar a eso un «modelo conceptual» fue una licencia de mi parte, un mero eufemismo cortés para no decir que se trata de una estupidez propia de envidiosos.

En un universo donde la inteligencia, las oportunidades y los riesgos pueden ser no solo explicados sino que pueden predecirse con muy alta precisión mediante modelados matemáticos, seguir batiendo el parche de la «redistribución de la riqueza» en lugar de potenciar al máximo la generación de oportunidades, es lo que es: una total tontería.
Es necesario «abrir la puerta» a las oportunidades, quitando TODAS las regulaciones impuestas por políticos profesionales… y nada de esto impide usar la capacidad global de generación de riquezas a la solución de problemas comunes, con fines solidarios, o a la aplicación de medidas contraciclicas destinadas al bienestar general.

Hay que abrir puertas para todos, y no delegar eso en las manos de políticos…

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