Los escépticos que -finalmente- se «comen» cualquiera…

Dudar de todo es una especialidad argentina; lo que TAMBIÉN es una especialidad argentina es dudar de todo… y al mismo tiempo «comprarse» los versos más inverosímiles, tratando de sacar chapa de piolas.

La duda es la incertidumbre ante la verdad o la falsedad de un enunciado. Por eso, siendo el escepticismo una doctrina del conocimiento que exige dudar de toda la información que no este bien respaldada por una adecuada evidencia, es notable cómo tantísima gente que se dice escéptica, aprueba las más increíbles y rocambolescas teorías sin ningún sustento firme, frente a las dudas que produce la Ciencia en su búsqueda de los caminos de la verdad.

Claro, para el gran público siempre será mucho más fácil aceptar una explicación rápida, atractiva, con protagonistas poderosos y «sospechables», proveniente de alguien con buen nivel dialéctico y retórico… que esperar a que la Ciencia revele la verdad, con su lentitud, sus delicadezas y su lenguaje complicado y poco apto para profanos…

En Filosofía, el escepticismo es una doctrina que considera que no hay ningún saber firme, ni puede encontrarse ninguna opinión segura. Por eso es difícil explicar por qué quienes suponen que el escepticismo es una virtud y se jactan de poseerla, caen al mismo tiempo en la creencia inmediata de las más grotescas payasadas… o peor aún, se dedican a generar historias que no tienen otro fin que incrementar el propio orgullo personal de sus autores.

Como lo hacen ciertos predicadores, hay personas que inventan historias atractivas y de fácil «digestión», con el fin -no siempre manifiesto- de atrapar seguidores… lo cual confirma una de las tendencias clásicas de los autores pseudo científicos: lo que finalmente buscan es «colocar» su producción (literaria, fílmica, publicitaria o hasta religiosa) entre posibles clientes.

Quizá sea por eso que hay personas que no pueden soportar, sostener ni pasar por alto que alguien, aun con todas las dudas e incertidumbres que a todos nos plantea el camino de la Ciencia, les destroce sus creencias personales y sus relatos apasionados… pero falsos.

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